
HISTORIA DE LA EMPRESA
En 1900 en la zona sur del continente americano, de madre peruano y padre colombiano, nace una bella mujer llamada Lucía. Su infancia se desarrolla a mitad de la selva amazónica junto a varias tribus y mucha cultura andina. Ambos padres, de hecho, eran personas muy cultas e interesantes, llenos de amor y conciencia ancestral.
Éstas comunidades eran muy amantes de la naturaleza, vivían en casas de madera, adobe y distintos materiales reciclables. Sembraban sus propias semillas, verduras, hortalizas y distintos árboles frutales. También eran expertos conocedores de la flora y fauna de su región, manejando especialmente un interés en las hierbas y sus propiedades curativas, aromáticas y venenosas.
Hacían tés de distintas combinaciones de éstas hierbas con agua hirviendo a los cuales llamaban infusión. Lucía creció aprendiendo todo esto. En 1930, una epidemia desconocida acabo con gran parte de éstas comunidades, lo que obligó a Lucía y sus padres a emigrar a otro país. Por gustos de cultura y comida escogieron México. Conocieron el cacao, ella quedó asombrada por su historia, su fuerte sabor y sus propiedades y nutrientes.
Empezó a experimentar con el cacao en bebida, haciendo diferentes infusiones aplicando los conocimientos de su comunidad. En una de sus pruebas, encontró la receta perfecta y empezó a ofrecerla por las calles y avenidas. La gente se veía muy satisfecha al probarlo, entonces decidió comercializarlo en puntos de venta como cafeterías.
Su producto fue un gran éxito, tanto que Lucía abrió su propia red de cafeterías llamadas “coffee La Luchita”, comenzando con la primer sucursal en 1935. Actualmente cuenta con más de 30 sucursales en el centro y norte del país donde se ofrece ya un menú completo de bebidas y repostería.